viernes, 3 de julio de 2020

"LA HISTORIA NUNCA ESCRITA" - F I D E L

Martes, 17 de enero de 2017, 12 y 50 de la madrugada.

Acabo de ver con mi viejo; “La historia nunca escrita de Fidel”.

¡Qué soledad!  ¡Qué inmensa soledad!

 

Hermano; ha pasado algo más de un mes de tu muerte, para mí la vida siguió igual.  No es para excusarme ni para justificarme, pero estoy seguro que vos así lo hubieras querido para nosotros.  Sin embargo, hoy tu muerte me conmovió.  Precisamente hoy que vuelvo a comprobar lo que ya sabía mucho antes de tu partida: tu grandeza y tu eternidad.  Hoy que confirmo nuevamente que sos mi hermano por siempre y que nunca abandonarás mi cabeza.

 ¿Cómo concebir el mundo sin tu presencia?  ¡Qué vacío!

 

Domingo, 29 de marzo de 2020, 23 y 30 horas.

 

¿Cómo estás?  ¿Alguien se preguntará cómo te hablo con tanta irreverencia?

Es que como decía ALI: “antes de ser mi libertador tuviste que ser mi amigo”

¡Sí!  Es verdad, hace más de tres años que no te escribo.  Pero te he estado leyendo nuevamente estos últimos meses.

¿Te acordás de tus planes y tus sueños de mediados de los años ochenta?

¡Cómo pasa la vida!

Y hoy aquellos sueños realizados son una esperanza para la humanidad.

¡Si te imaginaras lo que estamos viviendo!

Todo sobre lo que nos alertaste se nos vino encima.  

 ¡Parece mentira!

Toda la basura que engendra esta sociedad de mierda…

Es que: “no hay peor mala palabra que esta misma sociedad, que la peor grosería la dice esta sociedad”, cantaba el “negro” ALI.

Un crucero lleno de hermanos; algunos enfermos, navegaba por los mares sin dirección ni sentido, clamando vanamente asilo, sin ser oídos.

¿Te acordás del puerto de Mariel y los “marielitos”?

¡Cuánta infamia!

Aquellos hermanos obtuvieron paz en Mariel.

 

Barriendo el cuarto escuchaba sobre la nueva proeza de tu gente, de nuestra gente.

Yo, en tanto, daba por supuesto que estabas allí, en Mariel, recibiendo a nuestros hermanos.

Como estuviste al pie de la escalerilla del avión ¿recuerdas?

¡Cuándo esperabas que descendieran los niños de Chernóbil!

Y de pronto la realidad me golpeó en la cara y entonces comprendí que realmente estabas allí.

 Que tu espíritu, tus principios y valores, todo quedó allí sobrevolando entre tus compañeros y compatriotas

Es que nosotros respiramos simplemente oxígeno, pero aquella gente te respira a ti.

¿Recuerdas lo que te escribí la última vez?

¿Cómo pensar el mundo sin tu presencia? ¡Qué vacío! ¡Qué inmensa soledad!

Pero una vez más te nos adelantaste, nos jugaste otra broma, nos engañaste.

¡Vaya uno a saber por medio de que sortilegio habías conquistado la forma de estar sin estar!

                           ¡DE ESTAR PARA SIEMPRE!

 

Al igual que “el Protector”, Simón, el poeta caído en el 95, Volodia…

 

 

ALDO SCARPA MERCANT

Montevideo, 29 de marzo de 2020

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